Cada una tiene una particular paleta de colores naturales que está determinada principalmente por el tono de piel, pero también tiene en cuenta el color de nuestros labios, ojos y pelo.
Esa paleta puede ser más o menos oscura, más o menos clara, rosada o aceitunada. Lo importante es que nos conozcamos y sepamos cuál es la nuestra, porque de esa forma los colores que usemos en la ropa y en el maquillaje van a servir para iluminarnos y destacar nuestra belleza natural.
Regla de oro: los colores que mejor nos quedan van a ser siempre los opuestos a los que tenemos en nuestro cuerpo, de manera tal que no se unifiquen con nuestra paleta de colores naturales sino que nos complementen y realcen.
Si tenés dudas, podés ayudarte con distintos géneros o papeles de colores plenos y apoyarlos cerca del rostro. Seguramente vas a encontrar varios tonos de un mismo color, entonces tendrás que poner toda la atención para descubrir qué tonalidad resalta mejor tu mirada y tus facciones: el espejo y la luz natural son siempre grandes aliados en este tipo de tareas.
Acá van algunas indicaciones generales que pueden servirte como guía para definir los colores que van con vos.
Si sos de piel muy blanca, te favorecen los colores definidos como el rojo y el naranja. Dentro de la gama de colores oscuros, el verde, el azul y el violeta son perfectos. También podés optar por el negro, pero sabiendo que el contraste que se logra da como resultado un look vampiresco y misterioso. Definitivamente evitá el blanco, el gris claro y los pasteles.
Si tenés una piel latina prácticamente todos los colores cálidos te quedan bien, así como los pasteles subidos -coral, frutilla, mango-. Eso sí, dejá los azules y grises muy oscuros en el placard porque te apagan.
Por último, las pieles morenas o oscuras se complementan muy bien con los colores que aportan luz, los colores cálidos y los colores estridentes -fucsia, turquesa, amarillo, rojo fuerte, azul eléctrico, verde esmeralda-. En este caso, mejor evitar los tierras o marrones porque se mimetizan con tu paleta natural.
No pierdas más tiempo, empezá a poner en práctica todos estos secretos y sacale el máximo provecho a los colores de tu guardarropa.