Tengo mucho, tengo poco -formas, cortes y prendas para cada tipo de cuerpo-
Que tenemos mucho, que tenemos poco. Que nos sobra por acá o nos falta por allá. No existe el cuerpo perfecto: cada figura tiene puntos fuertes y puntos no tan fuertes, ventajas y desventajas.
Por eso es clave que sepamos distinguir entre la silueta del cuerpo real y la silueta del cuerpo vestido, es decir, entre las curvas propias de nuestro cuerpo y las curvas que podemos definir por medio de la ropa que llevamos puesta (¡sin importar lo que haya debajo!). Y aunque las prendas que usemos nunca van a modificar las características reales de nuestra silueta, sí pueden ayudar a armonizarlas y equilibrarlas.
Veamos entonces algunos trucos que estilizan y neutralizan esas zonas del cuerpo que tienen un poquito de más o un poquito de menos, para desviar claramente la atención hacia aquellas partes del cuerpo que sí nos encantan.
Si sos bajita, elegí:
· vestidos y polleras a la rodilla;
· pantalones lisos y angostos;
· conjuntos monocromáticos, como pantalón y buzo del mismo color;
· rayas verticales;
· zapatos con un poco de taco;
· accesorios acordes a tu contextura física;
…y evitá:
· el talle princesa y las cinturas fruncidas -porque cortan y acortan tu figura-;
· ojotas y sandalias con tobillera;
· plataformas extremadamente altas -¡puede parecer que caminás sobre zancos!-.
Si sos muy alta, te favorecen:
· tejidos voluminosos;
· polleras largas y con movimiento -evasé, plisadas-;
· cinturones anchos;
· accesorios grandes;
· rayas horizontales;
· pantalones ni muy anchos ni muy angostos;
…y nunca descuides la postura -espalda derecha y hombros relajados-.
Si tenés mucho busto, llevá:
· prendas ligeramente entalladas;
· tejidos lisos o con dibujos chiquitos -nada peor que lucir un estampado todo estirado en el frente-;
· colores oscuros o neutros para las prendas superiores;
· escote en v o bote;
· camisas masculinas con el cuello abierto;
…y definitivamente evitá escotes cerrados o camisas abotonadas hasta arriba.
Si tenés poco busto, apostá al:
· corte princesa;
· drapeados, frunces, volados y diseños elaborados en escotes;
· escote redondo profundo, bote, buche y cuadrado;
· rayas horizontales y grandes estampas en remeras o buzos;
· collares cortos;
· corpiños con “push up” o “taza soft” que se vean naturales y calcen bien.
Si bien es importante poner mucho empeño en vernos bien, no te olvides que el vestuario o la imagen no son todo. Si no hay un contenido que acompañe, si no hay intereses que cultivemos y nos completen, somos como una ensalada sin aderezos: insulsas, sin sabor, aburridas, pura pinta… Pongamos entonces el mismo esfuerzo en embellecernos por fuera y ¡por dentro!